¿Cuáles son las flores perfectas para tu boda?
Artículo revisado por el Comité
La decoración floral de una boda es uno de los aspectos que más hay que cuidar, ya que ofrece un gran número de posibilidades para ambientar el enlace como realmente se desee.
Las mesas de los novios y los invitados son espacios en los que nunca deberían faltar las flores, aunque éstas no deben convertirse en las protagonistas, sino que deben funcionar como elementos decorativos agradables que propicien la comunicación entre los asistentes.
Otro elemento que puede decorarse con acierto son los asientos, tanto los de la ceremonia como los del banquete y, sobre todo, si se trata de celebraciones al aire libre. En el primer caso se suele optar por pequeños ramilletes que se pueden situar en un lateral de los mismos, mientras que, en el segundo caso, se puede apostar por decoraciones más llamativas como guirnaldas de flores o ramos centrales de mayor tamaño.
Escaleras, enrejados, farolillos de luz… Realmente cualquier objeto que forme parte de la boda puede decorarse con flores, siempre y cuando este hecho no suponga una recarga en la decoración o incomode, de alguna forma, a los novios o los invitados en la celebración del enlace.
En general, conviene apostar siempre por flores sin aroma –por ejemplo, para evitar que entorpezcan la correcta degustación de los platos- y cuya presencia y colorido complete el espíritu general de la boda. Aunque entre las más demandadas por su adaptabilidad se encuentran:
- Las rosas: Se trata de la flor del amor y el romance por excelencia, lo que la convierte en una imprescindible en cualquier boda. Además, las más de 3.000 variedades cultivadas que existen y su colorido –incluso pueden encontrarse ejemplares bicolores- favorece que pueda emplearse para personalizar cualquier espacio, sea cual sea la temática general del enlace.
- Las gardenias: Es una de las flores que más se emplean para confeccionar los ramos de novia y, aunque no conviene utilizarla en exceso para los centros de mesa por su intenso aroma, resulta ideal para las decoraciones exteriores.
- Los lirios: Simbolizan belleza, pureza y alegría, y su versatilidad de tamaño es muy valorada por los floristas para emplearlos como base fundamental de todo tipo de decoraciones y centros de mesa.
- Las orquídeas: Se trata de una flor muy delicada pero que se emplea cada vez con mayor frecuencia para decorar todo tipo de celebraciones por su vistosidad y colorido. Y son precisamente estas características las que propician que incluso se pueda presentar como elemento único, por ejemplo, en un centro de mesa.
Todas las decoraciones son preciosas, no sabría con cuál quedarme.