Decora tu mesa de Navidad, digna de un gran banquete
Artículo revisado por el Comité
El menú suele ser la gran estrella de las fechas navideñas, pero los platos deben servirse siempre en una mesa decorada y adecuada a la calidad de los mismos para que éstos puedan lucir como realmente se merecen. Para ello sólo hace falta seguir algunas premisas sencillas y al alcance de todos los bolsillos.
La gastronomía es uno de los puntos fuertes de las Navidades. Siempre se procura cuidar los menús, la elaboración de los mismos e, incluso, se va generalizando la práctica de contratar un catering especial para que ningún miembro de la familia o los amigos que se reúnan tengan que estar encerrados en la cocina mientras el resto disfruta de la fiesta.
Pero ¿quién se ocupa de la decoración de la mesa de Navidad? Teniendo en cuenta algunas premisas básicas y muy económicas no resulta tan complicado como puede parecer en un principio adornar la mesa como si de un gran banquete se tratase.
En primer lugar, hay que tener en cuenta la decoración que se dispone en la estancia donde se vaya a ubicar la mesa –comedor o salón-, ya que, por ejemplo, no conviene sobrecargarla si el entorno es minimialista o colocar adornos oscuros si toda la habitación lo es, porque no destacaría.
En esta línea, lo ideal es que los elementos decorativos de la mesa combinen con el color del resto de la decoración navideña y vayan en la misma línea para evitar una apariencia de descoordinación cromática o en el estilo.
Igualmente, es importante elegir correctamente el color del mantel. Normalmente se suele optar por el blanco al tratarse de un tono neutro que admite todas las decoraciones y, si se desea, se puede adquirir alguno con discretos motivos navideños. Si se elige un mantel muy decorado, el resto de los elementos que componen la mesa –platos, copas, servilletas, centros de mesa, etc.- deberán ser muy sencillos y monocromáticos.
Respecto a los centros de mesa, la principal premisa es que no moleste. Tomando esto como base, se recomienda que su altura no sea superior a los 30 cm. y que no sea excesivamente grande –en mesas de gran tamaño se pueden colocar varios centros-.
Una buena alternativa son los elaborados por uno mismo colocando en fuentes transparentes flores secas, lazos, frutos secos –las nueces, castañas y avellanas con cáscara son ideales-, piñas y velas bajas que no sean aromáticas para que no confundan los sabores de los platos.
Los colores pueden variar en la gama de los rojizos y anaranjados, los verdes, los blancos y, por supuesto, los dorados y plateados que aportarán el toque diferente y festivo en una mesa pensada para estas celebraciones.
Un último detalle que puede resultar llamativo y especial es colocar los nombres de los comensales en un servilletero personalizado o cerca del bajoplato o en el propio plato, por ejemplo, escrito en hojas de árbol sobre pequeñas blondas blancas.
Foto 1: Ponquecitos & Cakes
Foto 2: Blau Verd Events