¿Cómo conservar la comida que sobra en Navidad?
Artículo revisado por el Comité
Las Navidades son unas fechas protagonizadas por encuentros y comidas familiares.
Muchas son las cocinas que ya están organizando los menús de estas fiestas, menús en los que abundan las carnes, los pescados, los consomés… y de los que comeremos hasta hartarnos. Se preparan muchos alimentos y se elaboran muchas recetas especiales para la ocasión, por lo que, a menudo, sobra mucha comida. ¿Qué pasa con esa comida que sobra?, ¿cómo debemos conservar los alimentos para que nos aguanten en perfecto estado y podamos consumirlos en los próximos días de manera segura?
Almacenar correctamente los alimentos antes de cocinarlos permite conservarlos en mejor estado
Una correcta conservación de los ingredientes antes de que estos se cocinen favorece que se conserven en mejores condiciones. Por eso es muy importante saber cómo almacenar los alimentos antes de su preparación.
Los alimentos frescos, como productos perecederos que son, necesitan unos cuidados especiales para evitar la proliferación de gérmenes y una contaminación bacteriana. En este sentido, por ejemplo, la carne debemos almacenarla en recipientes limpios, secos y que permitan un cierre hermético, recipientes que colocaremos en la bandeja superior de la nevera para su perfecta refrigeración.
En el caso del pescado, lo aconsejable es limpiarlo antes, quitando vísceras, espinas y cabeza. Antes de colocarlo en la zona más fría de nuestra nevera, debemos envolverlo en un trapo; si optamos por film transparente tendremos que realizar en él unos agujeros para su correcta conservación.
Si vamos en tardar en consumir los productos frescos, lo mejor es congelarlos en recipientes adecuados para ello. En el caso del pescado, es recomendable limpiarlo antes.
¿Cómo conservar los alimentos una vez cocinados?
Ha pasado la Navidad, hemos terminado de comer y nos ha sobrado mucha comida. ¿Qué hacer para que esta no se eche a perder? Lo primero que tenemos que tener presente es que los recipientes que usemos para guardarlos deben estar perfectamente limpios y secos. Lo más aconsejable es que sean herméticos.
No debemos mezclar nunca los alimentos frescos con los ya cocinados, ya que existe riesgo de toxicidad. Asimismo, es aconsejable repartir las cantidades grandes en pequeños recipientes para facilitar su correcta refrigeración.
Los canapés que nos hayan sobrado podemos conservarlos cubiertos con film transparente. Si hemos puesto espárragos en nuestra mesa, estos se conservarán mejor en su propio caldo, por lo que es recomendable que no lo tiremos. Los guardaremos en un recipiente también hermético, y no en la lata, para evitar que la oxidación del metal altere el sabor y la calidad de los espárragos.
No olvide esperar a que los alimentos estén fríos para introducirlos en el frigorífico. Una vez dentro, deposite los recipientes con las sobras en las bandejas superiores, donde la temperatura es más baja.
Si vamos a tardar más de dos días en consumir las sobras, lo mejor que podemos hacer es congelarlas, bien en bolsas de congelación, bien en recipientes de plástico con cierre hermético, recipientes que deben estar limpios y perfectamente secos. De este modo se conservarán sin problemas durante más tiempo.