El éxito de tu boda: Proveedores
Artículo revisado por el Comité
La diferencia entre el éxito y el fracaso de una boda es una línea muy, pero que muy fina. Los proveedores son muy importantes para tu boda.
La diferencia entre el éxito y el fracaso de una boda es una línea muy, pero que muy fina.
Los proveedores son muy importantes para tu boda. Consideraremos aquí como proveedores a todos los profesionales a los cuales les vamos a pagar a cambio de sus servicios o productos. (Aunque parezca una tontería esto es fundamental que lo tengamos claro).
La importancia de elegir bien
Es esencial dar con una empresa: Adecuada a nuestras necesidades, perspectivas, presupuesto, al tipo de boda que queremos realizar, etc.
- Con una buena predisposición y flexibilidad.
- Con cierta susceptibilidad de adaptación.
- Que se vuelque en la preparación y ejecución de nuestro proyecto.
- Que luche “a brazo partido" por nuestros intereses.
- Que esté bien relacionada no solo con su competencia directa, sino también con los demás profesionales del sector.
No todos los profesionales de bodas se adaptan igualmente a todos los tipos de enlaces, no todos lucharán ni tendrán una buena predisposición y flexibilidad de igual manera ante objeciones, inconvenientes, imprevistos, etc., algunos ni podrán aunque quieran.
Entonces: ¿Cual es la mejor manera de encontrar las más adecuadas?
Encontraremos multitud de ellas en cualquier medio (ferias, páginas amarillas, prensa especializada, anuncios de radio y TV) pero sobre todo en la red. Aquí está plagado de ellas, con múltiples ofertas y servicios.
Yo personalmente os recomiendo 4 cosas:
- El boca a boca, pero real, de personas que conozcamos, de bodas a las que hayamos ido y visto lo que “se cocía". Evitemos los foros de novios a los que les ha ido bien o mal, pero que no conocemos. Esto siempre ha dado lugar a errores sin excluir la picaresca de que muchas de ellas se hacen pasar por clientes.
- Buscad información sobre cada una.
- Aprovechad las ofertas pero que no sean decisivas a la hora de tomar una decisión.La regla de que lo barato sale caro y viceversa no es aplicable a este mercado. Hay que ver siempre qué tipo de profesional tenemos delante.
- El saber que esa empresa ya ha triunfado con personas de nuestro entorno, aunque no será la totalidad de la garantía, se acercará muchísimo.
Imprevistos e inconvenientes
Antes hemos hablado de imprevistos, inconvenientes, y es que las dificultades e imprevistos, a veces más y otras menos, casi siempre surgen y esto es una norma.
Y ¿a qué es debido?
Tenemos que pensar que estas empresas, al igual que la mía, contamos con un capital humano y/o técnico, y que por mucho que hagamos y queramos (personal super cualificado, equipos de última generación, etc.), ninguno de los dos tiene garantizado el 100% de su efectividad. Además muchas veces dependemos de circunstancias externas como las inclemencias del tiempo, invitados, el local, el tráfico, etc.
La capacidad de enfrentarse a los inconvenientes e imprevistos y solucionarlos, marcará la diferencia.
Dejémosles trabajar
A una empresa competente y con las características adecuadas, hay que dejarles trabajar.
Y además: Para eso hemos pagado. Dejémonos asesorar por los profesionales.
Muchas veces se nos ocurren ideas (y esto es lo que más me gusta, que los novios sean creativos). Algunas pueden ser brillantes pero otras nos pueden dejar en el peor de los ridículos, por no decir que sean inviables y algunas veces mucho más caras que rentables.
Los profesionales con su experiencia nos dirán si son factibles o no.
¡Hagámosles caso!
Amigo vs. Profesional
No quería acabar este capítulo sin abordar un tema que considero esencial y en el que se se están cometiendo una serie de errores que luego se pagan caros.
Suele ocurrir, aunque de cada vez menos, que tenemos algún amigo o conocido a mano que, o no nos cobra por su servicio o nos hace una rebaja sustancial. Y no digo que luego no salga todo bien, pero la experiencia me demuestra que en la mayoría de las ocasiones no es así. Y esto es normal si esa persona no está habituada a realizar ese tipo de trabajo en concreto.
Al no haberle pagado o dado una cantidad inferior a los precios de mercado, tampoco le podremos exigir responsabilidades, mientras que al profesional sí.
Aquí, acertar supone el 75% del éxito.