Todos los secretos para un catering fingerfood perfecto
Artículo revisado por el Comité
Entre sus principales ventajas, a diferencia de la comida tradicional, se encuentra la de poder probar en pequeñas porciones una gran cantidad de platos, aunque este hecho aumenta sin duda alguna la dificultad en la elaboración de todo el menú.
El secreto reside en la amplia posibilidad de probar y de escoger platos, que a diferencia del clásico buffet están a disposición de los invitados con una presentación, unos envases y una materia prima excelente.
El efecto visual provocado por la variedad de composición que presenta este tipo de buffet constituye una de las principales ventajas del fingerfood. Actualmente pueden utilizarse desde backsplash de cocina o protectores contra salpicaduras hasta espejos o cristales, que garantizan el éxito de la presentación del buffet. En cuanto a la comida se refiere, el finger incluye todos los platos de cualquier otro menú, desde los entrantes hasta el postre, ofreciendo a los comensales una mayor variedad de gustos y de raciones muy recomendables para los paladares más hambrientos. La principal desventaja que presenta el finger es su precio, ya que además de ofrecer porciones de platos o canapés individuales para cada uno de los comensales su coste aumenta tanto por el trabajo culinario del chef como por el uso de recipientes especiales como cuencos, platitos o vasos pequeños.
Foto: Degusta Con Gusto
Además de paciencia y de actitud en la composición de los platos, es fundamental contar con los instrumentos o los recipientes adecuados, que pueden adquirirse en Internet o en las tiendas especializadas. En la actualidad, la moda de comer con las manos se ha extendido a una tendencia que convierte a este tipo de contenedores en productos comestibles, ayudándose de tenedores o cucharas de gran belleza estética. La creatividad personal le dará al buffet el toque especial que necesita, aunque a falta de imaginación éste también puede inspirarse en las muchas presentaciones de fingerfood que circulan por la red. Además, gracias a la ayuda de tazas de pasta y de unas manos hábiles para este tipo de elaboraciones, pueden crearse buffets verdaderamente espectaculares.
Teniendo en cuenta mi propia experiencia, si se trata de un aperitivo son suficientes cuatro o cinco platos por persona (añadiendo tres unidades en cada plato, para tener suficiente comida) y sin el postre, que para este tipo de refrigerios no resulta imprescindible. Si se trata de una cena o de una comida finger, siempre sugiero a mis clientes que seleccionen entre diez y doce platos por persona (con tres unidades cada uno), incluyendo además del postre tanto alimentos fríos y salados como dulces y calientes.
El fingerfood es siempre mucho más caro que cualquier otro buffet gastronómico o cocinado, ya que a su preparación debemos sumarle el coste de los instrumentos desechables, que no pueden volver a utilizarse. Estos instrumentos, que aún siendo lavados pierden su brillo original, pueden ser de plástico trasparente, dorado, colorado o negro, unos colores que también se repiten en los cubiertos y en las cucharitas. Para una comida de aproximadamente 20 personas pueden utilizarse entre 700 y 800 piezas, cuyo coste por unidad puede rondar los 5 céntimos de euro. También pueden utilizarse cubiertos o recipientes de cerámica, éstos si reutilizables, aunque es difícil encontrar una empresa que suministre al instante la gran cantidad de piezas que necesitamos. El precio de la cerámica varía de los 50 céntimos a los 2 euros, convirtiéndose por consiguiente en un desembolso inicial bastante elevado. Además, debemos añadir a estos gastos la preparación individual de cada uno de los platos, uno de los motivos por los que no debéis aceptar fingers en los que el buffet tenga un coste de dos euros por persona. A menudo acostumbran a manipularse o falsearse fingerfoods con simples porciones de empanadas o trozos de lasaña.
El fingerfood puede servirse como aperitivo o como postre después de una comida formal, colocado sobre la mesa o en algún otro lugar de la sala para que los invitados puedan disfrutarlo de pie. Convertido en una comida o en una cena, este tipo de buffet resulta mucho más formal que cualquier otra preparación, aunque depende mucho de la variedad de los instrumentos utilizados y de la edad de los comensales. Este tipo de presentación está desaconsejada para personas más mayores o que necesitan estar sentadas.
Por lo demás, la preparación del fingerfood es muy versátil, pudiendo abrir o cerrar cualquier tipo de evento e incluso formando parte de una comida en forma de buffet o dispuesta sobre la mesa. En este sentido, se trata de un buffet muy utilizado durante las convenciones, aunque es recomendable incorporar zonas de apoyo extra en las que los comensales puedan ir dejando los recipientes utilizados.
Foto: Molí Catering
Los instrumentos monouso trasparentes son muy atractivos y peligrosos al mismo tiempo, ya que muestran con mucha rapidez qué colores presenta el plato y de ahí que sea necesaria una mayor cromaticidad. Ésta puede conseguirse con la presentación de capas de diversos colores (como por ejemplo un gazpacho de tomate con pesto y mozzarella de búfala) o la incorporación de todo tipo de verduras.
Los monousos de plástico blanco, negro o colorado se ven desde arriba, de tal manera que la cromaticidad del plato se exprime a lo ancho y no a lo alto. En estos casos suelen utilizarse hierbas decorativas (como por ejemplo el perejil rizado, los brotes de remolacha, las rodajas transversales de zanahoria o los espárragos trigueros cortados en floretes).
Quisiera, claro, si pudiesen, agregar recetas para los fingerfood ¡Gracias!
Muy bien especificado y entendí perfecto... Gracias
Finger food es una modalidad de buffet y a mi criterio esta modalidad o estilo permite que el comensal tenga más acceso a variedad de comida en pequeñas porciones y degustación o transformar platos de comida en pequeñas porciones de gustativas.