Cómo elaborar un menú sano y divertido para una fiesta infantil
Artículo revisado por el Comité
Sandwiches de rellenos ligeros, dulces ligeros y batidos naturales son las mejores alternativas para organizar una fiesta infantil con un menú sano y equilibrado.
Afortunadamente, y si se siguen algunos consejos sencillos, no es tan difícil como parece conseguir un éxito rotundo entre los niños presentándoles platos muy sabrosos pero también muy equilibrados.
No hay por qué prescindir de los sándwiches, las hamburguesas o las pizzas siempre y cuando todos ellos estén elaborados con ingredientes naturales y, sobre todo, no sean productos industriales ni prefabricados.
Igualmente, y si se quiere apostar por incluir más vegetales y suprimir todas las grasas saturadas que sea posible, se pueden presentar hamburguesas vegetarianas o acompañar las tradicionales con lechuga y tomate y pizzas más ligeras –por ejemplo, de atún y aceitunas, calabacín y queso o jamón de pavo en vez de jamón dulce-.
También es interesante prescindir de salsas industriales y sustituir el kétchup por tomate natural triturado o la mayonesa por alguna mousse de yogur o una mostaza ligera endulzada con miel.
Aunque no lo parezca, las siempre presentes patatas fritas y los snacks salados tienen alternativas más sanas e igual de sabrosas y atractivas para los niños:
- Palomitas de maíz: Son una buena fuente de fibra dietética, pero conviene elegir las saladas que sean bajas en grasa –las dulces incorporan una gran cantidad de azúcares-.
- Frutos secos crudos o tostados: Las almendras, las nueces, los cacahuetes, las avellanas o las pasas son una fuente importante de fibra e hidratos, por lo que aportan toda la energía que los niños necesitan.
- Palitos de vegetales o crudités: la zanahoria o el apio no suelen ser las comidas preferidas de los niños, pero si se les sirven cortados en forma de palitos y se les invita a remojarlos en algún tipo de dip de yogurt, hummus o una especie de guacamole muy suave como si fuera una galleta en salsa de chocolate, es muy posible que vacíen el plato rápidamente.
Uno de los aspectos que más hay que cuidar en una fiesta infantil es la presentación de los platos. No cabe duda que, como suele decirse, a los más pequeños la comida les entra primero por los ojos, por lo que no dudarán en probar cualquier fruta que tenga forma de flor o un sándwich que recree la figura de un animal o un personaje de dibujos conocido.
Los refrescos y las bebidas gaseosas o especialmente azucaradas pueden sustituirse sin problemas por zumos frescos, granizados suaves o batidos naturales elaborados con leche. Les aportarán la misma cantidad de energía y, además, contienen todas vitaminas y minerales de la fruta y la leche sin grasas ni azúcares añadidos.
En cualquier fiesta infantil no pueden faltar los dulces ni, por supuesto, una buena tarta. Pero, ¿cómo conseguir que no supongan una carga extra de azúcar? Huyendo de la bollería industrial y apostando por los dulces caseros o elaborados de forma artesanal, por ejemplo, en pastelerías especializadas.
Y si se quiere hacer en casa pero no se dispone de tiempo o de la maña que requiere una tarta algo compleja, siempre se puede apostar por un sencillo bizcocho, un helado de fruta y leche, brochetas de frutas con un toque de chocolate o las siempre divertidas gelatinas que, además, son muy ricas en agua y minerales.