¿Cómo medir ingredientes sin usar la báscula?

¿No tienes báscula en casa? Tranquilo, en este artículo te enseñamos a calcular las proporciones usando otras medidas.

26 SEP 2018 · Lectura: min.
¿Cómo medir ingredientes sin usar la báscula?

Vamos a hablar de varios objetos que te ayudarán a medir sin necesidad de usar báscula y te enseñaremos a saber a qué equivale cada uno de ellos.

Comenzamos con la taza. Dependiendo del tamaño, su capacidad puede variar entre 250 y 236,50 ml. Así que, para redondear, se suele unificar la equivalencia en 240 ml. Si la receta la tenemos en onzas, una taza sería igual a 8 onzas.

Otros instrumentos que igualmente nos ayudan a medir son las cucharas: la cuchara grande equivale a 15 ml y la pequeña a 5 ml.

Sabiendo todo esto podemos ya hacer la conversión a gramos y acertar con las cantidades en nuestras recetas.

Si la cantidad que tenemos está en libras, es menester saber que debemos multiplicar el número de libras que aparece en la receta por 453,59, que es la cantidad de gramos que hay en una libra. Por su parte, si debemos convertir onzas en gramos, la multiplicación de onzas debemos realizarla con la cantidad de gramos que hay en cada una de ellas, esto es, 28,34 g.

En el supuesto de que hayamos usado las tazas y las cucharas, hemos de saber que no todos los ingredientes tienen el mismo peso. Por ejemplo, 1 ml de agua pesa 1 g de agua, pero una taza de harina, que serían 240 ml de harina, no son 240 g, sino 128 g. Entonces ¿qué hacemos? Tenemos que tener en cuenta la densidad del ingrediente. Para hacernos una idea, vamos a indicar algunas referencias que nos pueden resultar útiles en la cocina:

Sal o azúcar

1 cucharadita: 5 g

1 cucharada: 10 g

Harina

1 cucharada rasa: 10 g

1 cucharada colmada: 25 g

1 taza de café: 100 g

1 taza de té: 200 g

1 taza de té colmada: 250 g

Arroz

1 cucharada: 30 g

2 tazas grandes: 250 g

Mantequilla

1 cucharada rasa: 20 g

1 cucharada colmada:30 g

1 taza: 100 g

Del mismo modo, nos puede resultar útil conocer las equivalencias de ingredientes frescos, es decir, de piezas de fruta o de verdura, e incluso de carne y pescado. Por ejemplo, si usamos una pieza de manzana o pera de tamaño mediano, está pesará en torno a 150 g, menos en el caso de piezas pequeñas como el kiwi, que pesará unos 100 g.

Si necesitamos patatas, podemos calcular el peso a raíz de una pequeña (del tamaño de un huevo), que pesará entre 100 y 150 g. A partir de ahí, podemos saber el peso de las de mayor tamaño.

Otra medida que nos puede servir es la del ajo. Sabiendo que un diente pesa 5 g, nos será fácil calcular cuánto pesará una cabeza o varias de ellas.

En el caso de las proteínas, un huevo, por ejemplo, suele pesar entre 60 y 50 g sin cáscara. Si lo que necesitamos conocer es el peso de la carne o del pescado, hemos de saber que un filete de tamaño normal puede pesar en torno a 100 g.

Por último, una barra de pan suele pesar 250 g y un biscote de pan tostado, unos 10 g.

¿Qué debemos tener en cuenta para medir un volumen?

El nivel que debe tomarse con referencia es la parte inferior.

Si vamos a medir azúcar o harina, es recomendable que dichos ingredientes no estén compactos. En el caso de la harina, además, se recomienda no tamizarla después de medir.

Por último, usa siempre las mismas tazas y cucharas en tus mediciones. De este modo, la medida no variará de un recipiente a otro cada vez que hagas la misma receta.

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