6 claves para que vuestra boda salga como deseáis
Artículo revisado por el Comité
Se supone que una boda es el día más importante de nuestra vida, pero puede plantear muchos problemas.
A pesar de que se considera el día más importante en la vida de un matrimonio, puede conllevar tensiones y enfados entre la pareja o con miembros de la familia si aparecen problemas o surgen imprevistos que no se saben resolver. Tales son los problemas que la organización de una boda puede convertirse en una completa pesadilla.
¿Cómo conjugar los deseos de la pareja con los de la propia familia para evitar tensiones y decepciones? Os explicamos 6 claves que os ayudarán a que vuestra boda salga como los dos queréis.
Resistid las presiones
La regla es que penséis en vosotros mismos como pareja, es decir, que os caséis porque queréis, no porque deseáis complacer a la familia. Eso es algo del pasado. El novio y la novia son los protagonistas de su boda, por eso tenéis que explicarles a los familiares vuestras razones y exponer por qué hacéis lo que hacéis sin sentiros culpables, pues seguís vuestros deseos y lo que sienten vuestros corazones. Nunca podréis complacer a todos. Así que lo único que tenéis que perseguir ese día es vuestra felicidad.
Poned unos límites
No os molestéis si algunos se quejan. Se supone que es el día más importante de vuestra vida, así que se os perdona que actuéis como tiranos para imponer vuestros deseos, aunque no se trata tanto de tiranía sino de actuar con sentido común. Es decir, de poner unos límites de manera clara y de hacer ver que se trata de una línea que no se va a cruzar.
Aceptad que no podréis satisfacer a todos
La mejor actitud que un padre puede tener hacia un hijo que se va a casar no es organizar su matrimonio sino ofrecerle su ayuda. Por eso, es importante que habléis con los padres y les contéis lo que deseáis para este día y cómo pueden ayudaros. Además de reducir las tensiones, se sentirán importantes.
Aprended a lidiar con los problemas
Cualquiera que acuda obligado o por compromiso no disfrutará del día ni se contagiará del ambiente festivo, alegre, optimista y romántico del enlace. Todo lo contrario: le sacará pegas a todo, criticará cualquier imprevisto o aquello que no le guste y estará a disgusto. Por eso, mejor que no venga.
Tened mano izquierda con las familias
Tanto con la tuya como con la de tu pareja. Como en todas las bodas, se reunirán muchos miembros de la familia. Las diferencias entre ellos, en lugar de interpretarse como muros difíciles de escalar, deben verse como oportunidades para conocer gente nueva y para que ambas familias se relacionen de manera cercana.
Relativizad el día D
La boda perfecta no existe. Es normal que surja algún imprevisto. Y no debe importaros siempre y cuando no os lo toméis en serio y aceptéis que es algo normal. De ese modo, si hay un problema o se produce un imprevisto, la mayoría de los invitados no se darán cuenta y seguirán disfrutando del convite con alegría y felicidad.