Catering, unos inicios de altos vuelos
Artículo revisado por el Comité
¿Sabías que los servicios de comidas responden a una necesidad "celestial"?
Los primeros servicios de comidas para multitudes en sus primeras manifestaciones eran gratuitos. Fue en Asia, en el recorrido de la Ruta de la Seda, cuando se comenzó a cobrar por estas prestaciones que, además se fueron sofisticando, pues ya no se trataba de dar alimentos sino de presentarlos con estilo. Allá por el siglo XV, en Alemania, el servicio era tan popular que se hizo la primera regulación sobre alimentos y cervezas que se ofrecían en las posadas.
Los catering oficiales se incorporan por primera vez en los buques mercantes, pero será otro medio de transporte, el aéreo, el verdadero origen del catering tal y como lo conocemos actualmente, incluso el que generalizó el término inglés con el que se le denomina.
A la historia ha pasado la famosa cena de gala servida en el dirigible alemán LZ 129, Hindemburg, la aeronave de pasajeros más moderna de su categoría, la noche del 5 de mayo de 1936 por el chef Xavier Maier. Se convirtió en una magnífica cena de despedida, porque al día siguiente, el dirigible se estrelló.
Sin embargo, es en Estados Unidos dónde, tras la I Guerra Mundial, la aviación civil comienza su imparable carrera no solo como medio de transporte de mercancías, sino de personas. Y este desarrollo va intrínsecamente unido al del catering. Al principio, en estos vuelos, se servían cafés (almacenados en termos para mantenerlos calientes) y sándwiches. En los años 30, se incorporan las azafatas como componentes de la tripulación para atender a los pasajeros y el servicio de comidas sufre un cambio considerable. Empiezan a cargarse en el avión variedad de platos calientes, cocinados en los restaurantes de los aeropuertos y que los pasajeros comían apoyando los platos en un cojín sobre sus rodillas.
El catering fue mejorando sus prestaciones en las aerolíneas de tal modo que, en su época dorada, los años 50, la comida servida a bordo de un avión era factor determinante a la hora de elegir la compañía con la que volar.