Comer en la oficina como en casa
Artículo revisado por el Comité
Muchas empresas de catering saben que hay un gran número de trabajadores que deben comer en la oficina y preparan menús diarios especialmente pensados para ellos.
4 FEB 2014
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Los horarios de trabajo actuales implican, en muchos casos, que los empleados no tienen suficiente tiempo disponible para ir a casa a comer, por lo que prácticamente todas las oficinas crean comedores o habilitan espacios especialmente dedicados a ello.
Una de las opciones pasa por llevarse la comida preparada –normalmente la noche anterior-, pero cada vez son más las empresas de catering que ofrecen eficientes servicios de menús diarios que sirven directamente en las oficinas.
Lo importante es descubrir que deben tener estos menús para que comer en el trabajo pueda ser lo más parecido a comer en casa:
- Emplear siempre ingredientes de primera calidad: Puede parecer una obviedad, pero todos los platos deben estar elaborados con las materias primas más frescas para poder garantizar la máxima calidad a la hora de prepararlos.
- Elaborar los platos en el momento: Este hecho amplía las opciones de cada menú, ya que también tienen cabida aquellos deben comerse al poco tiempo de ser preparados para que no se estropeen o pierdan el gusto o las propiedades.
- Ofrecer opciones variadas, sanas y equilibradas: La dieta mediterránea es una de las más valoradas internacionalmente por resultar muy variada y saludable, por lo que no debe haber escusas para que un menú en la oficina contribuya a llevar una dieta completa y perfectamente estructurada que, además, ayude a rendir en el trabajo.
- Crear menús personalizados o temáticos y aportar un toque de originalidad: ¿Por qué no presentar opciones diarias denominadas “el plato internacional del día”, “lo más ligero”, “apto para celíacos” o “especial para vegetarianos”? El objetivo es conseguir que tengan cabida todas las opciones gastronómicas –tanto las tradicionales como las más innovadoras- para poder adaptarse a los gustos y necesidades que puedan presentar los clientes.
- Adaptar los precios y realizar promociones: Lo ideal es que el coste sea similar al de cualquier menú en un restaurante –entre 9 y 12 euros, por ejemplo- y que, incluso, se ofrezca la posibilidad de poder disfrutar sólo de algunos platos –medios menús, platos únicos, etc.- a precios más reducidos. Otra opción pasa por presentar precios especiales en caso de adquirir los menús de forma semanal o cuando se completen varios menús.
