Expertos en nutrición avisan de los riesgos del tupper para los escolares

El curso escolar 2012-2013 se ha iniciado en España con una novedad: que los alumnos puedan llevar un tupper con comida preparada de casa en vez de abonar el importe de los menús de los comedores. Se trata de una medida que ha generado opiniones tanto a favor como en contra, pero que los expertos en nutrición encuentran mayoritariamente perjudicial.

Así, el mayor riesgo que el director general de la Fundación Española de Nutrición, José Manuel Ávila, considera que se corre es el de trasladar a la escuela los malos hábitos alimenticios que se puedan tener en cada casa. Este hecho, advierte, “puede hacer peligrar los menús escolares equilibrados" ya que lo ideal sería que los niños y adolescentes que comieran de tupper llevaran cada día una comida que les aportara el 35% de la ingesta diaria.

Esto podría conseguirse en un solo tupper que incluyera un guiso con verduras o legumbres con carne o pescado, o ensaladas de pasta con carne o pescado. Pero Ávila también destaca que las obligaciones y las presiones actuales a las que se ven sometidos los padres no siempre ayuda a que se le preste la suficiente importancia al aspecto nutricional de un tupper.

Igualmente, desde la Fundación se menciona que los las empresas de catering que prestan sus servicios a centros escolares ofrecen una garantía de calidad absoluta de los alimentos, incluso mayor que el que pueden ofrecer en los hogares. Algo que se ha conseguido gracias a la generalización de los estrictos controles a los que son sometidas estas empresas, y a que están asesoradas por nutricionistas que elaboran menús completamente equilibrados de acuerdo con las necesidades de los alumnos. Las empresas de catering prestan especial atención a la elaboración de menús escolares, dada la importancia del equilibrio nutricional de los más pequeños.

Igualmente, para la coordinadora del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la doctora Maria Isabel López Díaz-Ufano, existe la dificultad añadida de que no siempre los alimentos van a ser correctamente manipulados y conservados.

Así, pone en duda que “haya disponibilidad en los colegios para mantener refrigerados los alimentos que necesita un niño que está en edad de crecimiento" y que, en las estaciones frías, los platos que se deban ingerir calientes puedan llegar a dejar de formar parte de la dieta ante las posibles dificultades logísticas para calentarlos.

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