Prepara el auténtico tiramisú como lo hacen los italianos
Artículo revisado por el Comité
La receta del tiramisú original es uno de los secretos mejor guardados de los habitantes de la bota, pero nosotros nos hemos hecho con ella... ¡y además la compartimos contigo!

Dicen los italianos que el buen tiramisú tiene que ser cremoso, no excesivamente dulce y con un toque importante de café. La textura y la consistencia son imprescindibles, el cacao debe dar esa nota de contraste y el queso Mascarpone debe ligar todos los ingredientes.
El origen del tiramisú es otro de los grandes misterios. Tres regiones italianas parecen haber "inventado" el rico postre, por lo que existe una disputa entre la Toscana, Piamonte y Véneto por agenciarse tal orgullo. Existen multitud de historias y mitos alrededor del tiramisú, pero la versión oficial sitúa la invención del postre italiano en el siglo XVII, en Siena, cuando unos pasteleros preparaban la llegada del Gran Duque de la Toscana, Cosimo de Medici, y elaboraron este postre para celebrar su grandeza. A partir de ahí el postre empezó a llamarse "la zuppa del duca", algo así como "la sopa del duque" en honor al Duque, quien a su vuelta se llevó consigo la receta a Florencia.
Ingredientes: 4 yemas de huevo, 120 grs de azúcar, 500 grs de queso Mascarpone, 3/4 de litro de café con dos cucharadas de azúcar, cacao puro sin azúcar, 400 grs de bizcocho tipo "Savoiardi" - lenguas de gato.
Preparación: En un bol, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que haya espumado un poco. Añade el queso Mascarpone y bate con fuerza. Coloca la mezcla -que debe ser cremosa y suave- en la base del molde (o en las copas si queremos hacer porciones individuales). En otro bol, coloca el café con el azúcar y "baña" los "Savoiardi" (bizcochos de Soletilla o lenguas de gato) en el café. Coloca los bizcochitos ya impregnados de café en el molde o copa, encima de la crema de huevos y Mascarpone. Cubre de nuevo con la crema inicial de huevos y queso Mascarpone. Alisa la parte superior y espolvorea con el cacao puro sin azúcar. Déjalo reposar en la nevera durante unas horas y... ¡ya está listo para comer!