Cómo organizar un curso de cocina
Artículo revisado por el Comité
Además de cocinar, es importante conocer qué otras cuestiones debemos tener en cuenta para organizar un curso de cocina.
No hace falta desear ser un reconocido chef para disfrutar en la cocina experimentando con platos nuevos y degustando sabores exquisitos. Por eso, desde hace unos años, los cursos de cocina se han afianzado como una de las actividades de moda entre aquellos que sienten verdadera pasión por los fogones.
El auge de los cursos de cocina es evidente. Muchos cocineros dividen su amor por la cocina entre la preparación de platos y la docencia para enseñar a aquellos que disfrutan elaborando recetas tradicionales o innovadoras. Pero ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de organizar un curso de cocina?
He aquí una serie de cuestiones que debes saber antes de lanzarte de lleno a dar cursos de cocina.
- Revisa que tengas toda la documentación necesaria para poder impartir el curso. Además del carné de manipulador de alimentos, puede que necesites otros documentos o permisos sanitarios.
- Elige un espacio adaptado al curso. Necesitarás un espacio que cuente con los medios técnicos y los utensilios necesarios para impartir el curso y que pueda acoger a los alumnos cómodamente.
- Asegúrate de que cuentas con los conocimientos adecuados. No solo nos referimos a la titulación, sino también a que tengas experiencia cocinando y sepas todo lo necesario para el correcto tratamiento de los alimentos, su conservación, su adecuado cocinado, técnicas de cocción, cómo presentar los platos, etc.
- Elabora cursos atractivos. Seguro que a los que adoran las croquetas, un curso monográfico de este suculento manjar puede ser perfecto, pero si queremos llegar a más personas es recomendable preparar cursos que busquen enseñar a sibaritas técnicas nuevas que inspiren platos singulares. Pero hemos de tener cuidado con la novedad: por ejemplo, un curso de nitrógeno líquido puede resultar atractivo, pero quizá sea complicado de vender, básicamente porque no todo el mundo puede adquirir este producto y usarlo en su casa.
- Sé minucioso y organizado. Hay que preparar bien las clases, organizar bien los tiempos, presentar proyectos de platos interesantes pero también fáciles de hacer que se vayan complicando conforme avance el curso. Así, conseguiremos que los alumnos no se vengan abajo nada más empezar, sino que se crezcan mientras ven lo que aprenden y cómo les salen los platos.
- Plantea cursos generales y específicos o divídelos en niveles. De este modo podrás adaptarlos a los niveles de los alumnos. Además, ellos serán conscientes de sus avances, lo que les estimulará a continuar progresando.
- Ofrece precios interesantes y promociones. Por muy espectaculares que nos resulten nuestros cursos, si los precios que ofrecemos son elevados, difícilmente habrá gente interesada, a no ser que se trate de algo específico dirigido a un público muy concreto y que brinde un certificado tras su finalización. Si queremos llegar a un público más general y conseguir alumnos es importante que los precios sean asequibles y que ofrezcamos promociones para atraer a nuevos estudiantes.
- Difunde tus cursos y comparte ejemplos de clases en las redes sociales. La mejor campaña de márquetin es el boca a boca, pero actualmente las redes sociales juegan un papel indiscutible en la promoción y difusión de actividades de ocio. Por eso, recuerda siempre informar de tus cursos por estos canales y compartir momentos de tus clases para atraer a otros alumnos.