Prepara el mejor menú el primer día del año
Artículo revisado por el Comité
¿Qué se debe preparar de menú para el primer día del año? ¿Eres de los que apuesta por la tradición o prefieres empezar a cuidarte después de los excesos de estas fechas?
Después de la copiosa cena que se suele tomar en Nochevieja, comer las doce uvas para tener buena suerte durante el año entrante, los brindis y, por supuesto, el chocolate con churros que muchos desayunan tras una larga noche de celebración, ¿cómo debería ser el menú del primer día del año: tradicional o algo más ligero?
Igualmente, y decidas lo que decidas, tampoco hay que olvidar que, sobre todo si necesitas tomarte un descanso, cada vez son más las empresas de catering que te pueden echar una mano con el menú completo o con alguna parte del mismo.
Respetando las tradiciones
Teniendo en cuenta que las fiestas aún no han terminado, muchos optan por no bajar el ritmo y preparan un menú similar al del día de Navidad. Así, los entrantes pueden ser muy variados, pero se suele apostar por algún tipo de marisco –que se presenta simplemente cocido o como ingrediente principal de algún plato más elaborado como un hojaldre o un pastel-, canapés fríos, consomé o crema de verduras y una degustación de embutidos.
Tras ellos, se sirve siempre el plato principal y protagonista indiscutible: el cordero o el cochinillo asado, que suele ir acompañado de patatas panaderas o asadas. Aunque, cada vez con mayor frecuencia, empiezan a tener cabida otras carnes como el redondo de ternera o el pavo y pescados como la lubina, la dorada o el besugo.
Y de postre, se seguirán degustando todo tipo de turrones, polvorones, mazapanes y dulces típicos navideños que, los más valientes, tomarán como cierre después de haber probado algún otro postre previo.
Menú “desintoxicante"
Los excesos culinarios que se suelen arrastrar, no sólo de la noche anterior sino también de la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, pueden empezar a pasar factura el 1 de enero. Por ello, cada vez son más los que se apuntan a empezar el año con buen pie y preparan un menú más ligero para evitar seguir sobrecargando el organismo.
En estos casos, los entrantes suelen consistir en caldos o consomés completamente desgrasados, cremas de verduras depurantes o ensaladas ricas en hortalizas frescas –berros, canónigos y las hojas verdes de todos los tipos de lechugas son especialmente diuréticos-.
El plato principal puede ser carne blanca –pollo o pavo- o algún tipo de pescado ligero. El secreto para que resulte aún menos agresivo es prepararlo a la parrilla o a la plancha sin salsas densas, y acompañarlo de verduras al vapor.
Respecto al postre, se apuesta por una pieza de fruta fresca de temporada o una macedonia natural –se huye de los almíbares y enlatados- y una infusión digestiva a base de poleo, manzanilla, anís verde e hinojo.