Cuatro alimentos poderosos que hay que incorporar a nuestra dieta (y III)
Artículo revisado por el Comité
Concluimos nuestra lista de alimentos poderosos con cuatro nuevas aportaciones: la chiorella, el açai, los vegetales de invierno y la maca.
Con este artículo completamos la serie de textos elaborados para resaltar la importancia nutricional que tienen ciertos alimentos y el motivo por el cual es importante que los incorporemos a nuestra dieta.
En esta ocasión vamos a centrarnos en los beneficios que conlleva el consumo habitual de chiorella, maca, crucíferas y açai.
Chiorella
En el primero de los artículos hablábamos de las propiedades nutricionales de la espirulina, considerada para algunos una microalga pero que en realidad es una bacteria procariota muy singular. La chiorella sí es un alga unicelular, cuya composición, rica en clorofila, la convierte en el aliado perfecto para desintoxicar nuestro cuerpo, fundamentalmente órganos tan sensibles como el hígado y los intestinos.
Su propiedad desintoxicante ha hecho que desde hace más de 40 años esta alga se emplee como parte del protocolo de eliminación de metales pesados en casos de intoxicación por mercurio, plomo o cadmio.
Además de lo anterior, la chiorella contiene un alto porcentaje de vitamina B12, por lo que es muy consumida por personas vegetarianas o veganas que necesitan aportes complementarios de esta sustancia. Asimismo, tiene vitamina E, imprescindible para el correcto funcionamiento de las células de nuestro cuerpo y también para recudir los niveles del conocido como colesterol malo. Por si ello fuera poco, aporta energía y posee la mayor concentración de ácido nucleico, por lo que favorece el metabolismo y mejora la flora intestinal.
Podemos tomar chiorella en batidos, mezclada con frutas como fresas, o bien añadirlas a bebidas igual de nutritivas como los gazpachos.
Maca
Originaria de la región andina de Bolivia y Perú, los indígenas consideraban que el consumo de esta planta favorecía la fertilidad y aumentaba el apetito sexual.
Dejando a un lado su carácter afrodisiaco, esta planta es rica en carbohidratos, fibra y proteínas, así como en esteroles, que ayudan a reducir el colesterol y disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares asociadas a esta sustancia. Además, tiene altos niveles de vitaminas (B1, B2, C y E) y minerales (sodio, potasio, manganeso, calcio, potasio, fósforo, azufre…), siendo por tanto un alimento muy completo.
Podemos añadir esta planta a nuestras lentejas para completar su valor nutricional o preparar suaves infusiones para mejorar catarros o problemas respiratorios.
Verduras de invierno o crucíferas
Las verduras de invierno o crucíferas son aquellos vegetales propios de esta estación del año, verduras como el brócoli, la col, los rábanos, la rúcula o la coliflor, consideradas superalimentos por las importantes cualidades nutricionales que contienen.
Son muy ricas en calcio, por lo cual su consumo es muy recomendado para fortalecer los huesos en épocas de crecimiento, así como durante la menopausa y la vejez, ya que ayuda a prevenir la osteoporosis y otras enfermedades de los huesos.
Tiene un alto contenido en carotenos, compuestos químicos con propiedades antioxidantes y anticancerígenas. De hecho, su consumo ayuda a prevenir algunos tipos de cánceres, como el cáncer de mama y el de páncreas. Asimismo, contiene vitamina K y C, así como minerales como el magnesio y el potasio, y fibra.
Podemos degustar estos vegetales en multitud de recetas, cocinando una coliflor con bechamel, preparando brócolis gratinados o añadiendo coles a nuestros guisos y sopas.
Açai
Por último, hablaremos del açai, fruto de un tipo de palmera que solo crece en Brasil. Estas bayas son consumidas desde antaño por los pueblos indígenas de la región del norte y su incorporación a nuestra dieta como superalimento viene determinada por su contenido nutricional, que aporta muchos beneficios a nuestra salud.
Este fruto es rico en antioxidantes, por lo que contribuye a retrasar el envejecimiento celular. También contiene vitaminas A, B y C, ácidos omegas 3 y 6, minerales (hierro, magnesio, calcio, potasio…), aminoácidos y fibra. Pero, sobre todo, tiene un alto valor proteínico sin los riesgos de otras proteínas de origen animal (como el huevo o la carne). Por esta razón, es muy recomendable para dietas veganas que requieren aportes de proteínas.
El açai se emplea mucho para preparar deliciosas cremas, así como para elaborar ricos y sabrosos batidos y mousses.
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