Los múltiples usos del huevo, un ingrediente versátil
Artículo revisado por el Comité
El huevo es un alimento que se emplea en multitud de platos debido a la cantidad de propiedades que presenta; de ahí que sea un ingrediente muy versátil.
Lejos de lo que pensamos, el huevo es un alimento muy sano y nutritivo, a pesar de la mala fama que le rodea, sobre todo entre aquellos que tienen hipercolesterolemia o colesterol alto.
Rico en proteínas, el huevo contiene minerales tan importantes para nuestro organismo como hierro, potasio, fósforo o magnesio. Asimismo, es una excelente forma de complementar nuestra alimentación debido a la gran cantidad de vitaminas que contiene. Además de vitamina A, D y E, el huevo aporta vitaminas del grupo B, especialmente B1, B2 y B12, fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y del propio cerebro. Su contenido en ácido fólico lo hace imprescindible para la alimentación de las mujeres embarazadas. Y, por supuesto, también es rico en grasas mono y poliinsaturadas, además de contener lecitina y colesterol.
Si llevamos una dieta sana y variada no hay razón para no incorporar el huevo a nuestra alimentación y disfrutar de los múltiples usos de este alimento, cuyo empleo en cocina es fundamental.
En primer lugar, el huevo es un espesante natural, por lo que es un ingrediente sumamente empleado en la elaboración de salsas y cremas. Además de la tradicional mahonesa, el huevo es la base de composiciones tan famosas como la salsa carbonara o la salsa holandesa, por ejemplo.
Los carotenoides presentes en el huevo, que le dan ese color amarillo a la yema, es aprovechado en cocina como colorante. De ahí que, en muchas recetas, como la masa para pasta casera, se emplee el huevo.
Otra de sus propiedades más conocidas es la adhesiva. Al pasar un alimento por huevo (carne, bechamel para croquetas, jamón), este crea una capa «adhesiva» que permite que el pan rallado o la harina se quede pegado. Por eso es perfecto para empanar o rebozar.
Como cuarta cualidad diremos que la clara de huevo es el espumante por naturaleza en recetas de repostería como merengues y mousses. Ello se debe a las proteínas presentes en ella, que permite formar una espuma que es aprovechada para la elaboración de estos platos.
Además de darle ese toque singular a la pasta, el huevo también es el causante del aroma que desprenden alimentos como los macarrones o los espaguetis, por ejemplo, y también se deja notar en algunas recetas de repostería como el típico roscón de reyes. De ahí que se utilice para dar aroma natural a muchos platos.
No dejamos la repostería porque aquí el huevo es donde más utilidades tiene. Los maestros reposteros también conocen que gracias al huevo pueden preparar postres ricos en azúcar sin que esta cristalice. Y ello es así porque el huevo impide que dicho azúcar forme cristales. Por eso suele ser habitual incluirlo en recetas para elaborar dulces navideños, donde la presencia del azúcar es muy destacada.
Por último, también se emplea en las industrias de alimentación especializadas en la elaboración y venta de caldos y sopas. La apariencia limpia y blanquecina que muestran estos caldos cuando vertemos el líquido en nuestra casa se debe al poder clarificante de la clara de huevo, cualidad esta que también es muy utilizada en las bodegas para clarificar el vino y eliminar las impurezas propias de esta bebida.
Como vemos, además de poder consumir el huevo de muchas maneras (frito, cocido, al horno...) podemos aprovechar la versatildad de este ingrediente para conseguir que nuestras recetas queden perfectas.