El auge de los servicios de catering escolares
Artículo revisado por el Comité
Año a año crece el número de alumnos que comen en los centros escolares desde una edad más temprana. Paralelamente, el número de colegios que cuentan con instalaciones de cocina propia es menor. El recurso a un servicio de catering se ha convertido en la solución elegida por muchas escuelas para garantizar la alimentación de los niños.
Año a año crece el número de alumnos que comen en los centros escolares desde una edad más temprana. Paralelamente, el número de colegios que cuentan con instalaciones de cocina propia es menor. El recurso a un servicio de catering se ha convertido en la solución elegida por muchas escuelas para garantizar la alimentación de los niños.
El incremento de usuarios de catering escolares es una realidad que obliga a las empresas que los realizan a exigirse unos niveles de calidad específicos, dado el segmento tan sensible de la población al que se dedican. Hay que pensar que en los últimos años este subsector de la actividad del catering, el de colectividades, es el que les ha permitido obtener un aumento del volumen de negocio. Las empresas de catering escolares deben primar una serie de aspectos si quieren mantenerse en este mercado emergente.
De hecho, hay una gran controversia social sobre si es o no adecuado dejar en manos de empresas de catering la alimentación de los niños desde edades cada vez más tempranas, con lo que implica de transmitirles hábitos nutricionales que determinarán sus costumbres como adultos. Muchos padres entablan verdaderas batallas legales para evitar que en el colegio de sus hijos sea esta la forma de abastecer el comedor.
Por ello, es imprescindible que las empresas de catering luchen por separar su imagen de la de una alimentación insana basada en frituras, sin variedad en la forma de presentar los distintos alimentos, sin adaptarse a las estaciones climáticas, sin equilibrio nutricional, sin calidad, sin sabores... Deben recurrir a las fórmulas tradicionales que se identifican con la saludable dieta mediterránea, esto es, elaborar sus menús con la colaboración de expertos en nutrición, estudiando los más adecuados y fijándose en las combinaciones entre platos y guarniciones.
Lo ideal es que estos menús se preparen con intención de educar el paladar de los alumnos y aportarle los nutrientes necesarios. Para conseguirlo, deben no solo equilibrar los distintos alimentos en la proporción correcta sino, además, presentarlos con variedad de texturas y aspectos que inciten a su consumo, primando la ingestión de frutas frescas y verduras.
Foto: Sbt Bilbo Eskola S.L.