La empresa de catering dirigida por cuatro jóvenes con síndrome de Down, ejemplo de integración

Los protagonistas de esta historia son Leandro, Mateo, Mauri y Franco, cuatro jóvenes con síndrome de Down que han conseguido convertir su negocio en una empresa de éxito en el sector del catering.

Los Perejiles, que así se hacen llamar, han sabido aunar esfuerzo, profesionalidad y tesón para hacerse un hueco en el mercado del catering argentino, ofreciendo un servicio responsable, eficiente y de calidad. Lo que supone todo un ejemplo de que la integración real de personas con síndrome de Down en el ámbito profesional no solo es posible, sino que es necesaria.

Lo que a priori puede interpretarse con un acto de valentía se ha convertido en un paradigma de que el esfuerzo y el trabajo no están reñidos con la genética. Y eso lo saben muy bien Mauri, Franco, Mateo y Leandro, cuyos conocimientos en panadería y pizzas les ha valido para destacar en el sector y poder dirigir su propia empresa de catering.

Los Perejiles Eventos está formado por dos especialistas en salsas (Franco y Mauri) y un maestro panadero (Mateo) que, junto al fundador de la firma (Leandro), se han hecho un importante hueco en el mundo de los eventos en la ciudad de Buenos Aires.

Antes de montar la empresa como tal, los padres decidieron hacer una prueba piloto con amigos y familiares que sirviera para comprobar si la idea calaba bien y si podría ser rentable. Lo primordial para las familias, y, sin duda, para los cuatro protagonistas del negocio, era conseguir independencia económica y profesional en una sociedad que tantas trabas pone a la integración y accesibilidad de las personas con síndrome de Down, que se deben conformar con encadenar contratos en prácticas o pasantías. El éxito fue tal que en apenas dos semanas ya había realizado 20 eventos. Todo un triunfo que culminó con la consolidación de Los Perejiles Eventos, una victoria en toda regla en un mercado con tan pocas oportunidades laborales.

Los servicios que ofrecen son muy sencillos, pero no por ello modestos. Se han especializado en pizzas y empanadas, que elaboran artesanalmente, de manera casera y con ingredientes naturales. El resultado es un producto sabroso, que gusta a grandes y pequeños, puesto que las pizzas son platos que caben en cualquier celebración o acontecimiento, con independencia del público que asista.

Además de los platos, destaca el servicio que ofrecen, atento, cuidado, profesional y muy eficiente. Los clientes conocen en todo momento que la empresa está formada por profesionales con síndrome de Down, lo que permite evidenciar el gran papel que desempeñan en el desarrollo de su proyecto.

La creación de empresas de este tipo supone todo un avance social, y también económico, que pone sobre la mesa la capacidad de esfuerzo y superación de estas personas y su rápida adaptabilidad al sector laboral. Proyectos de este tipo deben contar con respaldo político y social para que se generen más políticas de integración que hagan posible hacer realidad ideas similares.