Los vuelos afectan al sabor de la comida
Artículo revisado por el Comité
El Instituto Fraunhofer de Física de la Construcción de Holzkirchen, en el sur de Múnich, lleva varios meses investigando sobre cómo afectan los vuelos al sabor de la comida.
La compañía aérea Lufthansa es una de las pocas que ha decidido invertir en este estudio, esperando que la calidad de su catering a bordo la distinga del resto de las empresas aéreas. La primera pregunta que estos científicos se comenzaron a cuestionar fue por qué hay tanta gente que pide zumo de tomate cuando vuela.
Tras varios meses y trabajos realizados, parece que han dado con la respuesta. Y es que cuando se vuela la altitud es de aproximadamente 10 mil metros, la concentración de humedad en la cabina del avión se encuentra en torno al 15 % y la presión del aire baja, por lo que los fluidos corporales tienden a subir.
Con estas condiciones, en el cuerpo humano comienza a aumentar la sensación de sed y asimismo disminuye la recepción del olor y el sabor de los alimentos. Los científicos alemanes aseguran que es “como estar resfriado”.
Por ello, debido a las condiciones causadas por el vuelo, se ha llegado a la conclusión de que los platos de comida que se sirven en los aviones deben estar más sazonados que los que se servirían si la comida fuese servida en la tierra. Es por ello, que el zumo de tomate es tan pedido en los aviones, puesto que concentra un gran sabor salado.
Como conclusión a todas estas investigaciones, la empresa de catering de Lufthansa ya ha empezado a aumentar las dosis de sal en sus menús y seguro que en poco tiempo, el resto de compañías aéreas también lo hacen.
Foto: Home Chef