Mitos sobre el vino blanco y por qué servirlo en tu evento

Varios mitos persiguen a los vinos blancos. Te ayudamos a desmontarlos y te decimos por qué es la elección perfecta para tu evento veraniego.

21 JUN 2017 · Lectura: min.
Mitos sobre el vino blanco y por qué servirlo en tu evento

Con el calor, los menús veraniegos suelen ser platos ligeros, frescos y saludables, platos perfectos para acompañar con un buen vino blanco. Porque es este caldo el preferido para los meses del estío, cuando los paladares de los expertos sustituyen el sabor del vino tinto por el afrutado y fresco que proporciona el vino blanco.

Muchas personas piensan que este tipo de bebida solo casa bien con determinados platos o que son tan dulces que no conjugan con alimentos como el queso o la carne. Son algunos de los mitos que persiguen al vino blanco. Por ello, en este artículo queremos desmontar algunos de ellos, los más conocidos, y explicar por qué elegir un vino blanco para deleitar a nuestros invitados puede ser una excelente opción.

Todos son afrutados y dulces

Pues no. Muchos vinos tienen un sabor afrutado, lo que se puede traducir en una sensación dulce al paladar. Pero también hay vinos blancos semidulces y secos. Estos últimos se caracterizan por el aroma especiado y el regusto final que se disfruta en el paladar, muy diferente del matiz confitado propio de los vinos dulces o semidulces, que únicamente se diferencian entre ellos por la cantidad de azúcar que contienen.

Por tanto, no todos son afrutados ni dulces. Hay una amplia gama de vinos que podrán acompañar nuestros platos más exquisitos.

El vino blanco solo conjuga con platos ligeros

Falso también. Lejos de la creencia popular, el vino blanco suele combinar muy bien con muchos platos. El error de este mito estriba quizá en el dulzor que tiende a acompañar a estos caldos, que hace que muchos comensales se decanten por este vino afrutado para saborear platos como pescados o ensaladas. Pero, como ya hemos apuntado, no todos los vinos son dulces.

De este modo, el vino blanco no solo conjugaría con ensaladas y pescados. Asimismo, sería perfecto para acompañar arroces, pasta, cremas y sopas, mariscos…, pero también carnes poco grasas, como las de ave. Los expertos siempre recomiendan que el maridaje del vino esté determinado por la guarnición que acompaña. Así, un vino blanco con cuerpo y carácter combinaría muy bien con carnes de pollo, pato, perdiz, codorniz, faisán, becada, pichón o pavo, platos que estén acompañados por guarniciones de verduras, hierbas aromáticas, frutos secos… Hasta podríamos deleitarnos con una copa de blanco para acompañar quesos tiernos tipo brie.

Son menos variados que los tintos

Otro mito que no es cierto. A menudo se cree que los blancos tienen menor cuerpo, carácter y que, debido a ello, cuentan con una reducida variedad de sabores y aromas en comparación con los tintos. La variedad de algunos tipos de vino, como los tokaj húngaros, los albariños (en general, todos los gallegos), los caldos catalanes o los vinos de jerez desmontan esta falsa creencia.

Respecto al cuerpo, se sabe que a pesar del sabor más dulce o afrutado que presentan los blancos con respecto a los tintos, no tienen menor cuerpo que los segundos. Solo una maceración más corta en el tiempo, lo que hace que al paladar nos resulten más ligeros. Pero ello no tiene nada que ver con el cuerpo o el carácter, que también tienen, y mucho.

Por qué servirlo en tu evento

Los mitos que hemos desmontado ponen de manifiesto que el vino blanco es el acompañamiento perfecto para casi cualquier tipo de evento, ya sea diurno o nocturno, sobre todo si es veraniego, ya que su mayor frescor y ligereza nos ayudará mejor a deleitarnos con los sabores de los platos que se servirán, acordes también con el sofocante calor propio de esta estación.

Su gran cuerpo y carácter los convierte en la elección ideal para degustar platos de carnes ligeras y poco grasas, excelentes para el estío. Su diversidad de sabores y aromas hace que podamos elegir entre caldos más dulces y afrutados o vinos más secos y aromatizados. Por si todo ello fuera poco, podemos escoger entre una amplia variedad de tipos, por lo que podremos dar a probar a nuestros invitados bebidas propias de otras regiones o países para degustar los platos de nuestro menú.

En definitiva, si optamos por un vino blanco para nuestro evento, o por una selección de vinos, habremos hecho la elección perfecta.

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1 Comentarios
  • Emilio

    Hay mucho falso mito entorno a los vinos blancos también como este que dice que no maridan con carne y sí lo hacen como se puede leer. Cada vino tiene sus características igual que cada persona su gusto, y el vino blanco es uno de los que más encaja con los gustos de todos :)

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